Posted on Thu, Mar. 18, 2004
GISELA DELGADO (izq.), Miriam Leiva (segunda a la derecha) y Blanca Reyes (der.), hablan a la prensa en La Habana.
 
GISELA DELGADO (izq.), Miriam Leiva (segunda a la derecha) y Blanca Reyes (der.), hablan a la prensa en La Habana.


 

Cumplen un año en prisión los disidentes cubanos




LA HABANA

 

Un año después de la campaña que llevó a la cárcel a 75 disidentes cubanos, la oposición interna sufre aún el golpe y muestra señales de división, mientras las esposas de los condenados han tomado un papel activo en el reclamo de sus derechos.

A mediados del pasado marzo, la disidencia sufrió uno de los golpes más duros, con la detención de 75 opositores que fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en juicios sumarísimos.

Desde entonces, familiares y oposición han venido denunciando las condiciones del presidio.

La mayoría ''languidece bajo condiciones infrahumanas que significan una violación de las reglas mínimas de la ONU para el trato a presos y detenidos'', según el disidente Elizardo Sánchez Santacruz, que encabeza una ilegal Comisión de Derechos Humanos.

''Por lo menos una decena son sexagenarios y algunos padecían de serias enfermedades al momento de su detención'', recordó.

Un año después, su salud ''se ha deteriorado como consecuencia de todo este tiempo sufriendo de confinamiento solitario, en áreas de aislamiento y castigo de unas diez prisiones de alta seguridad situadas generalmente a centenares de kilómetros de sus hogares'', explicó.

''Ninguno tiene acceso a agua verdaderamente potable, los alimentos que reciben son prácticamente incomibles y en pésimas condiciones higiénicas, aparte de insuficientes, la atención médica es muy pobre y están sometidos a verdaderas plagas de insectos y ratas'', agregó.

Al menos 13, según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), que encabeza Sánchez, están hospitalizados y otros 10 presentan un estado ``incompatible con el internamiento carcelario''.

Miriam Leiva, esposa del economista Oscar Espinosa --condenado a 20 años-- denunció recientemente que a su marido, de 63 años, le diagnosticaron tumores cancerosos.

''Estoy muy alarmada, pienso que lo están matando lenta y dolorosamente'', dijo a EFE.

Héctor Palacios, condenado a 25 años, se recupera de una operación de vesícula tras ''un año en el que ha vivido bajo la tortura física y psicológica'', según su esposa, Gisela Delgado.

El escritor y periodista Raúl Rivero, de 58 años, salió hace unas semanas del hospital tras someterse a una revisión y su estado, según su mujer, no es preocupante, aunque ha perdido más de diez kilos de peso.

Las esposas de los disidentes se han movilizado para reclamar sus derechos y muchas han ocupado su lugar en actos públicos y en recepciones diplomáticas.

La mayoría asegura que antes de las detenciones no estaban en contacto con la disidencia e insisten en que sus actuaciones no tienen sesgos políticos, sino humanitarios.

'Si yo escribiera un libro pondría de título `En defensa de Raúl', porque es lo que he hecho en el último año'', dijo la mujer de Rivero, Blanca Reyes, convencida de que el trabajo de las esposas ha servido para que ``fuera se conozca todo esto''.

''El gobierno nunca pensó que sin ser una organización nos uniéramos por el mismo problema'', afirmó.

Las esposas y madres de los disidentes condenados, según Miriam Leiva, ``se han convertido en sus voces desde la prisión y hoy el pueblo cubano conoce más que hace un año la situación de los opositores''.

''Ha surgido un fenómeno nuevo, con el que el gobierno no contaba, y es el que ha movido a la población cubana y al mundo entero'', insistió Leiva, para quien condenando a los disidentes el gobierno quiso dar un ''escarmiento'' porque ``el pueblo estaba perdiendo el miedo''.

Leiva cree que el golpe no ha debilitado a la oposición, sino que ``la ha fortalecido''.

Otros opositores que continúan tras las rejas son el periodista Manuel Vásquez Portal, la economista Martha Beatriz Roque y el médico Oscar Elías Biscet.

También en opinión de Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), la represión permitió un fortalecimiento, porque fue seguida de una renovación en las organizaciones.

Payá presentó en diciembre pasado una detallada agenda de transición que, lejos de aglutinar a la dispersa oposición, ha sido criticada con dureza por otros grupos, como el liderado por Félix Antonio Bonne y René Gómez Manzano.

''No apoyamos en modo alguno esta nueva iniciativa. No es idónea en lo absoluto para los fines que expresa perseguir'', señalan ambos en un amplio documento.