La Habana, Febrero 23: - - - -
NOTA DEL COMITÉ PERMANENTE

NOTA DEL COMITÉ PERMANENTE

Por los medios internacionales de prensa hemos conocido que el preso Orlando Zapata Tamayo, de 42 años de edad y vecino del municipio de Banes, albañil de profesión, quien acumulaba una condena de 36 años de prisión, falleció en la Habana después de 83 días de huelga de hambre. Era considerado preso de conciencia y la huelga que le costó la vida iba dirigida a que se atendieran sus reclamaciones en cuanto al régimen penitenciario.

 

La muerte, en estas condiciones es una tragedia para todos porque se trata de la vida de una persona, que es siempre el bien mayor a proteger y conservar por todos.

La Iglesia Católica, por tal motivo, en situaciones similares trata de disuadir a que no se utilicen métodos de reclamación que pongan en peligro la propia vida, lo cual es una forma de violencia que ejerce la persona sobre si misma.

La Iglesia solicitó, en varias ocasiones visitar al Sr. Zapata lo cual no pudo realizarse. De la misma manera ha pedido y reitera su petición a las autoridades que tienen en sus manos la vida y salud de los prisioneros que se tomen las medidas adecuadas para que situaciones como éstas no se repitan y, al mismo tiempo, se creen las condiciones de diálogo y entendimiento idóneo para evitar que se llegue a situaciones tan dolorosas que no benefician a nadie y que hacen sufrir a muchos.

Hacemos llegar a la madre del Sr. Zapata, a sus familiares y a sus seres queridos nuestras condolencias y la seguridad de nuestras plegarias.

Pedimos a Dios que todos sepamos escuchar el llamado de Jesucristo a trabajar por el bien común como si se tratara de nuestro propio bien.

Que la Virgen de la Caridad con su presencia benefactora haga que todos los cubanos nos sintamos y seamos hermanos.

Comité Permanente
Conferencia de Obispos Católicos de Cuba

 

Church says it was denied visits to Zapata

Text of statement in the website of the Conference of Catholic Bishops of Cuba, as translated by The Miami Herald:
Through the international press media, we have learned that prisoner Orlando Zapata Tamayo, 42, a neighbor in the municipality of Banes, a mason by trade, who had accumulated a prison sentence of 36 years, died in Havana after 83 days of a hunger strike. He was considered to be a prisoner of conscience and the strike that took his life was aimed at drawing attention to his demands regarding the penitentiary regime.
(logo) Death in these conditions is a tragedy for all, because at issue is the life of a person, which is always the greatest gift we all should protect and conserve.
For that reason, the Catholic Church has tried in similar situations to convince people not to use methods of complaint that endanger their own lives, which is a form of violence that a person carries out against himself.
On several occasions, the Church requested a visit with Mr. Zapata, which could not be accomplished. In the same manner, [the Church] has requested, and now reiterates its request, to the authorities who have in their hands the lives and health of prisoners to take the adequate measures so that situations like this will not be repeated, and at the same time to create the conditions of dialogue and suitable understanding to prevent such painful situations, which benefit no one and bring suffering to many.
To Mr. Zapata's mother, relatives and loved ones, we extend our condolences and the assurance of our prayers.
We ask God that we may all hear Jesus Christ's call to work for the common good, as if it were our own good.
May the Virgin of Charity, with her beneficent presence, make all of us Cubans feel like and be brothers.
/signed/ Permanent Committee
Conference of Catholic Bishops of Cuba